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Descubre cómo liberar en menos de 90 días los bloqueos invisibles que aún limitan tu expansión interior, propósito y relaciones… incluso después de haber hecho mucho trabajo interno.

TESTIMONIOS reales de almas que sanaron desde la raíz

Mujeres que transformaron su mundo interior con el método ATARAXIA

Quiero expresar mi agradecimiento más profundo a Ale —mi coach, mi guía— por la transformación brutal que viví durante estos tres meses dentro de Ataraxia.

Antes de este proceso, yo era una persona llena de dudas sobre mis capacidades, con miedo constante de decir que no, incluso cuando mi paz mental estaba en juego. Vivía con la culpa a flor de piel, sobre todo en lo familiar.

Y mi economía… era un caos. Cada día sentía el peso de la incertidumbre sobre mis hombros.

Pero con Ale, todo eso empezó a cambiar.

Aprendí a poner límites sin culpa, incluso con las personas que más amo.

Aprendí a confiar en mí, en mis logros, en mis ritmos.
Entendí que sí, las metas requieren esfuerzo, pero no sacrificio tóxico., además que yo en lo personal tengo un sistema energético y un fórmula única para lograr las cosas, y entendií mucho del por qué me frustraba al estarme comparando con los demás.

Entendí que el síndrome del impostor y otras cosas que yo simplemente llamaba "miedo al éxito" no eran solo que yo estaba "dañada" o "traumada" sino que en mi sistema nervioso había una historia heredada y como sin querer queriendo estaba repitiendo patrones de todas las mujeres de mi familia, me traicionaba para complacer a todos menos a mí.

Y mi realidad financiera también se alineó.

✔ Encontré un ingreso adicional.
✔ Recibí un aumento en mi trabajo actual.
✔Y ahora estoy trabajando en el plan de retiro que diseñe con Ale. No es casualidad. Es coherencia.
Es energía bien enfocada.

Yo siempre he tenido afinidad con los temás, pero esto es muy distinto a un taller, o una meditación, incluso a una terapia psicológica, de hecho creo que todos deberíamos recibir ATARAXIA durante el colegio, nos ahorrariamos mucho dolor entendiendo a nuestros hijos y entendiendo a nuestros padres.

Aprendí a dejar de autosabotearme desde el inconsciente, aprendí a hablarme bonito y a reconocer mi fuerza, y nada de esto hubiera pasado sin la guía firme y amorosa de Ale. Su visión espiritual, su forma de sostenerme sin juicio y su capacidad de ver lo que ni yo veía de mí, fueron claves para esta versión de mí que hoy camina con más fuerza, más claridad y sin pedir disculpas por brillar.

Gracias infinitas, Ale, por recordarme que no hacía falta volver a nacer, solo necesitaba reencontrarme.

Eliana Garro

Senior HR Manager

Ale fue mi ángel caído del cielo.
Lo conocí en un taller que él estaba impartiendo sobre autoestima, y conecté inmediatamente...

Yo estaba atrapada en una relación amorosa muy complicada. Desequilibrada. Daba muchísimo de mí y recibía poco. Pero con Ale me di cuenta de algo brutal: esa no era una excepción, era la regla en TODAS mis relaciones —personales, familiares y laborales.

Ahí entendí que no era solo una “relación tóxica”, sino una forma entera de vivir que me estaba desgastando.

Puedo decir con el corazón en la mano que Ale me rescató de un burnout severo y de una depresión silenciosa que venía creciendo sin freno.

Con él empecé a entender mis emociones, mis heridas de infancia, mi historia familiar. Amo a mi familia, pero muchas veces me olvidé de mí por protegerlos. Aprendí que decir "no" o admitir que estaba cansada me resultaba imposible. Siempre me acostumbré a "poder más", a cargar con todo. Hasta que mi cuerpo y mi alma dijeron: basta.

Durante los 90 días del proceso con Ale, terminé esa relación, me redescubrí como nunca antes, entendí mi diseño energético y eso me trajo una paz impresionante. Mucho de lo que me habían dicho que estaba “mal” en mí... en realidad era mi naturaleza auténtica. Y no, no necesito cambiar eso —necesito honrarlo.

Con Ale entendí que no estoy rota.
Pero sí estaba desalineada.
Y peor aún: ignorando partes esenciales de mí misma.

Durante el proceso:

Compré mi auto —una meta que postergaba por costumbre a hacerme la vida difícil.

Cambié de trabajo —ahora gano el doble.

Recuperé mi libertad de horarios y empecé a priorizarme de verdad.

Yo hacía mucho ejercicio, pero no entendía que el bienestar real va muchísimo más allá del cuerpo.

Lo que hace este proceso radicalmente distinto a la terapia tradicional es que Ale no necesita saber toda tu historia para ayudarte.

ATARAXIA va directo al inconsciente, a lo que está desordenado adentro, sin que tengas que explicarlo todo.
Y por eso el cambio se siente tan rápido, tan profundo.

Confieso que al inicio era escéptica de la energía, los chakras, los linajes…
Hasta que lo viví.

Y entendí que ese es el camino real para alcanzar lo que queremos —sin disfrazarlo, sin forzarlo, sin perderse en el intento.

Mariana Canales

Ingeniera de Ventas